martes, 19 de enero de 2010

Detritus

Aquellos restos de ti | y no se nada más | y no se nada, mas | porque te quiero | decir | :
que si el amor es una forma sintáctica de éste, que es un caudal de deseo,
y a veces un umbral a ningún sitio,
una antesala vacía;
que si el amor es sólo una forma conforme: no te amo,
ni me conformo con la forma deforme de esta conformidad que es el amor,
y que sobretodo, es amar(te).
Prefiero el delirio febril, la convulsión epiléptica, de saberme solo y
de que mía estás a merced del capricho de cada impulso – plétora sin color de discursos de mí mismo.

La potestad de construirme nostalgias | me pertenece | desde que cerré los ojos | :
como hay un espacio deshabitado, como rehuyes la posición atinada,
la coordenada perecedera de mis antebrazos;
como no me queda más que la obstinación compulsiva de querer re-crearte,
de querer re-crearnos:
por todo lo que te he dicho nunca, juro:
no me ahuyentará la carencia de significados que descubro en tu desnudez,
siempre me apetecieron los planos significantes en los costados de tu recuerdo,
admitiré mi complejo de divinidad,
casi nunca me da frío, pero cuando tú te acuestas,
a mi lado encontré palabras desbandadas,
que re-asiré para lograr la uniformidad de este universo
que tanto imaginamos
y que tanto carece de imágenes precisas:
no sólo por decir, algo, lo digo:
cada vez más te me pareces más a ti misma.

Quien diría que ya no caben más palabras.

No hay comentarios: